QUESO FRESCO CASERO

Ya llegó septiembre, empezamos con la rutina habitual y como no podía ser de otra manera ya tenemos aquí el primer desafío de la temporada.

Esta vez ha venido con una mala noticia, nuestra compañera y BOSS Mabel: nos deja, no porque no esté a gusto con nosotros, es que el día tiene pocas horas para ella. Espero que muy pronto vuelva al grupo.

Las BOSS restantes han tenido la genial idea de hacerla  un homenaje.

Este mes el desafío consiste en hacer recetas de su estupendo blog y después de mirar una y otra vez sus recetas, me he decidido por este estupendo queso fresco casero sin cuajo.

AQUÍ os dejo el enlace que os lleva a su blog, no dejéis de echar un vistazo, tiene muchas y muy buenas recetas.

Para ver las recetas que han elegido mis compis pinchar en la foto.

Os cuento como he preparado yo el queso fresco.

INGREDIENTES.

2 Litros de leche fresca.

El zumo de un limón grande o 2 pequeños.

Una cucharadita de sal.

PREPARACIÓN.

Ponemos la leche en un cazo al fuego, dejamos tome 37 grados más o menos (si no tenéis termómetro comprobar la temperatura tocando la leche, tiene que estar caliente pero no quemar)

En este punto  apagamos el fuego, echamos el zumo se limón, removemos bien, tapamos y dejamos reposar unos 10 minutos. Pasado ese tiempo veremos que parece que esta cortado: eso quiere decir que el queso ya esta en marcha.

Ahora ponemos una gasa grande y tupida encima de un colador, echamos el contenido del cazo, ponemos sal a nuestro gusto, apretamos bien la gasa para que suelte todo el suero y dejamos escurrir bien el menos 2 horas.

El suero que nos queda no lo tiréis: eso es el buttermilk y es estupendo para preparar bizcochos, panes y muchas mas recetas.

Cuando haya escurrido bien, lo ponemos en un molde para que tome una forma bonita.

Ya lo tenemos listo para degustarlo. También podéis cortarlo en trocitos y ponerlo en aceite con hierbas aromáticas, pimientas variadas u otras especias que se os ocurran: lo dejáis unos días para que coja los sabores y os aseguro que esta delicioso. Cuando se termine el queso, el aceite que queda es estupendo para aliñar ensaladas.